Fotosíntesis

El amanecer en que resucito un día a la vez, es una percusión de tonos cromáticos, no una paleta de colores, ni un ramillete de albores. Lo he ido hilvanando así como recogiendo briznas al paso. Este es un asunto de complicidad, mi oración de cada mañana, mi salutación al sol; en el afecto, yo, lodo del planeta, magma con la capacidad que la Madre Tierra misma me da, no pretendo en ello más que vibrar en la tonalidad de una plática entre amigos: la luz y el barro en que ojalá se establezca una trova de silencios y de sones de conciencia que me acerquen más a la sencillez y simpleza de la vida.

Los hilos de luz en la danza sobre las arenas que va dejando el rocío de los eventos en los tropiezos terrestres. Su identidad es un gráfico de nosotros mismos que nos complica quizá la conciencia cuando se asoma al fragmento de la ventana que abre la palabra ante la extensión de la utopía.

Mayo, 2013

-Candelario Reyes García

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