Iriguá

A Marbella, mi sobrinita.

Se juntan en la boca
las fuerzas antiguas y lejanas,
la niebla de la simpatía
del buen sabor de la montaña
y los manantiales que bajan y reúne los teguales
del capricho selvático.

Nacidos del mismo tiesto,
de la misma ceniza,
la provisión y la mano,
la amistad y el sentido de compartir
es un unir las manos
a la brasa y el sustento.

Veamos que el fuego encienda
y creémosle el pago a la Madre Tierra,
al saborear su aliento
hemos de vivir el presente
donde obligue el paso de la dignidad
y la fortuna de tener permiso para convivir.

¡Permiso de hablar, gente!

¡Permisao!

¿No gusten qué comamos?

Y nos juntamos en torno a la flama
en esta charla de gozo
que ya es pago ser hermanas, hermanos,
masa, mordisco,
hierba, agua y caracol,
adoración vespertina o de amaneceres.

-Candelario Reyes García
10 de enero 2014.

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