Mango

En los ramos floridos anunciándose
mecidos por la brisa
e iluminados por el sol tempranero,
clarineros azucarados,
chorchas veraneras,
salivación en el finura de las papilas:
mangos
para juntar el cielo y el mar de una mordida.

Y en el espesor de un día de hambre
en la tiranía de una democracia por asalto,
de sicariato económico,
que los mangos nos acompañen
si hasta la eucaristía se ha de poner zamarra
en la dureza de una fe que se pierde.

-Candelario Reyes García
6 de enero 2014.

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