La cuestión local

La cultura es como el eterno conteo, a cuenta gota por segundo, de una estalactita, que al formarse, a su vez, da origen a su réplica inversa: la estalagmita.
Esta estalactita puede ser el goteo de 12,000 años, o 60,000, quizás, con un crecimiento aproximado menor de un centímetro por siglo, donde, del cuerpo de la gota, viste y renueva, sin prisas, una estructura milenaria, casi imperceptible, en contraste con el salitre monumental de posibilidades que hay dentro del aparente vacío de una caverna, donde no se sabe si la gota triunfa, o fenece en un duro balastro que hace su propio acto reflejo en el drama del brillo temporal del agua y las sales, en que una gota termina por unir dos cuerpos que se han ido formando en una sucesión efímera, lenta y medida por la quietud del equilibrio teutónico.

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