Francisco Morazán y la educación necesaria

Vivencia y conciencia propia impulsaron a Francisco Morazán joven a forjarse como el pensador, el intelectual, el prócer de las ideas preclaras con las energías y la tenacidad y audacia para ser el soldado sin tacha y sin miedo, estratega, político, negociador y previsor de mayores baños de sangre. Héroe en el campo de batalla, y disuasor negociando antes de alguna infructuosa batalla con el enemigo para evitar masacres sin sentido. O bien retirándose prudente para no causar dolor a su pueblo

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