Claro oscuro.


El éxito vale el color asaltando al pincel,
como una luz vuelta de la noche,

Su contagio ya no podrá ser sólo al lienzo
si el silencio no podrá esconder las estrellas.

Su salud es el yo de pertenencia,
del color que se libera de su propia materia
he influye en quienes lo hacen,
determina un mundo
mueve lo negativo y lo positivo,
blanco o negro,
como una actitud del tiempo
y de la luz.

Pudiendo arruinarlo todo,
lo recompone,
en un sol que se levanta desde un pincel,
un meteoro de una plumilla,
O un agujero negro
del blanco de un bastidor.

Eso sucede en Coronel, Chile,
en el taller de la calle Los Carrera con Cousiño,
donde el mejor elogio es ser compañero,
compañera,
resultados de la materia,
del trabajo y la calidad:
evocados por la poesía,
trastornan la armonía
y va en favor de lo suyo
la creatividad.


Candelario Reyes G.
Encuentro de escritores de CEPAS,
Noviembre 2005

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