Sangre

Sangre en las manos,
en la conciencia, sangre,
sangre en el alma
y en la bolsa.

Matices de corazones
y demonios matando los anhelos
en las baldosas de lo bajo
en la lógica de la barbarie de la usura.

Las constelaciones de tejidos,
rotos,
tirados,
masacrados.

¿De qué color es la civilización
y quiénes la motean
de este dolor?

Sangre figurada en el crepúsculo.

Y en los derivados de la muerte,
sonrisas,
discursos
y mercados de agravios.

Indigna
que la vida se vacíe
en glóbulos de horror crudo.

Ceguera en los quicios del oxígeno y el carbón.

Detrito de la conciencia.

Poder fatal en el conteo de la última gota.

Y el orbe, mudo.

En el plasma de la vida
ya todo parece estar cubierto,
por un estado de pérdidas y de ganancias.

¿Cómo habremos de levantar esta sangre?

¿Cómo es que ella nos redimirá,
resucitará y seremos testigos?

¿Brotarán rosales donde hoy hay ortigas
o germinarán primaveras del polvo y las borrascas?

Si bien duele decirte patria
en este luto tan áspero,
también hay un iris inagotable
que brota del anhelo de esperanzas.


Candelario Reyes García.
Honduras, el país más violento del planet

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