¿Hemos iniciado la opción de respirar bien? Esperamos que sí, pues el objetivo del Yerbero.hn, no es aumentar las montañas de información para gente que lee, pero no practica lo que lee. Vamos por un estado de conciencia del bienestar. De romper el círculo vicioso de la apariencia.
Hablemos de los dos litros de agua diaria, asociados a los 12,000 litros de aire que respiramos, juntos son el asiento de nuestra energía y el principio vital que mueve nuestra materialidad orgánica. El oxígeno no puede viajar ni rotar su energía, sin el agua. Con el agua viajan igualmente otros nutrientes de vida por nuestro organismo.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras está en reposo son: Presión arterial: 90/60 mm Hg hasta 120/80 mm Hg. Respiración: 12 a 18 respiraciones por minuto. Pulso: 60 a 100 latidos por minuto.
En promedio respiramos unas 23,000 veces en 24 horas, ahora bien ¿Cuántas veces tomamos agua? Deberíamos de tomar medio vaso cada hora, durante las 16 horas en que estamos despiertos, eso puede ser igual a 1 vaso cada 2 horas.
La manera correcta de beber agua: Bebe agua cuando te despiertas. Tu cuerpo pierde agua mientras duerme, así que beba un vaso antes de ir a dormir, y otro vaso cuando te despiertas. Y nos quedan 6 vasos pendientes para el resto del día.
Debemos de tomar en cuenta, lo siguiente:
El sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón y hacia el corazón. Las arterias transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo, y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el corazón.
El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células y elimina los productos de desecho, como el dióxido de carbono. El recorrido que sigue la sangre siempre va en la misma dirección, para que las cosas sigan funcionando como deben funcionar.
El cuerpo no produce agua, hay que proveérsela, de otra manera el sistema circulatorio colapsa.
El corazón es una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En cada latido, el corazón envía sangre a todo el cuerpo, transportando oxígeno a todas sus células. Después de distribuir el oxígeno, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, la sangre se bombea hacia los pulmones, donde se vuelve a cargar de oxígeno. Este ciclo se repite una y otra vez.
Por eso no es un asunto de capricho, tomar o no tomar agua. El agua es el vehículo que hace posible que el oxígeno y todos los nutrientes que consumimos, lleguen a todas las células de nuestro cuerpo.
Así como no podemos dejar de respirar, no podemos dejar de tomar agua. Si al cuerpo no le das agua, este comienza retener líquido, y los nutrientes comienza a viajar de manera tóxica y el deterioro de la salud está asegurado, igualmente cuando respiras mal, fumas o consumes dióxido de carbono más que oxígeno. Al igual que el aire, la calidad del agua que tomes, es esencial.
Como vemos, somos lo que consumimos. Y veremos posteriormente como somos también lo que damos, o nos negamos a dar.
Hagamos este viaje de la vida, con la claridad plena de que respiramos bien y tomamos agua sana y en la cantidad apropiada.
De nuestro estado de conciencia depende, quiénes somos. Y así serán nuestros frutos.
Paz y bien, con conciencia de vida.
Yerbero.hn