— ¿Desvelado, Palmerolo?
— ¿Por qué lo dice?
— Por tus ojeras de burro
— ¡Más ojeroso anda usted!
— Jejejejejeje
— ¡Y las ojeras siguen! Este carnaval va para largo
— Jejejejejeje
— ¡Ya sólo con esto!, los primeros cien días de Xiomara en el gobierno son los mejores cien días de la historia de este país.
— ¡Juy, Juy, Juy, Palmerolo!
— ¡Juanchi, juanchi, te vas para nueva york!
— Con mayúscula, Palmerolo
— ¿Con mayúscula, qué?
— Que Nueva York es con mayúsculas
— ¡Depende del tono! De eso depende
— ¿Qué tono?
— Por ejemplo, ¡si es tono naranja!
— ¿Tono naranja? ¿Te referís al traje o a la economía naranja que tanto repetía el narco rata, narcachureca, como les dicen a ahora al color de su partido político, o a que naranja te refieres?
— Al naranja del traje, porque todo depende del traje con que viajes a Nueva York. ¡o si es para la Fiscalía que vas!
— Las ojeras te inspiran, burrito.
— ¡Toda la semana es de carnaval! ¡Nunca San Valentín le había dado mejor regalo al pueblo hondureño! ¡Nunca un pueblo ha estado mejor celebrado!
— Ni una Fiscalía le ha dado mejor señal a los pueblos para que no admitan narcos dictadores
— ¿Y la naranja? Tengo ganas de pintar naranjas en todos los muros y caminos.
— ¿El traje naranja, la economía naranja, o el gas naranja de la represión y de la destrucción provocada por sistema neoliberal que engendra criminales, naranja de destrucción del planeta y de la humanidad?
— ¡Sí!, esa naranja, de esa economía mentirosa, que anuncia una cosa y hace otra, como hipotecar un estado, sumir en la miseria una nación.
— La rata se va, muchas ratas se quedan y la pregunta no sólo es, ¿dónde está el dinero?
— Si no, ¿dónde está la refundación? El nuevo contrato social, en que se deduzca responsabilidades a los asaltantes políticos, económicos y amorales que destruyeron en doce años este país.
— ¡Pero no estás enojado, verdad, Palmerolo!
— ¡Ni enojado, ni pedorro! Sólo desvelado y hambriento ¡Bueno, con sed!
— ¿Sed?
— Sed de justicia, poeta, eso es bíblico. Me estoy volviendo un burro bíblico. No soy un burro
pandoro como Evelio y su gleba de pastores parásitos que se han sustentado del Golpe de
Estado y del narco dictador, ¡Eso no! ¡Jamás!
— ¡A sí! ¿Bíblico? ¿Lees la biblia?
— Escuche esto poeta: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos
serán saciados» (Mateo 5:6)
— Pero dicen, Palmerolo, que los pandoros están en cadena de oración por su presidente.
— A ellos también, dice el pueblo, los cubre esa cadena
— ¡Ah, sí!
— ¡Sí, Poeta! Y habrá de convertírseles, dice el pueblo, en cadena perpetua, en Nueva York.
— ¿Color naranja? Palmerolo
— Naranja, como su economía sucia que tiene en la miseria este país, su blindaje espurio y
criminal que nos hereda…. ¡A propósito, saludos le dejó, Maira Falk, y su danza de
millones! Saludos le dejó, Poeta.
— Ya van a ser la seis de la mañana, Palmerolo, y continúa el novelón. Después hablemos de
ese y otros saludos.
— ¡Sí, poeta! La nación limpia, la que no es narcachureca, espera que amanezca. Pero que
amanezca una nueva patria ¡Sí, ya van a ser la seis de la mañana! Pero amanecer, es un
asunto de pueblo…Amanecerá de verdad, cuando tengamos una Nueva Constitución de
república morazánica.
— ¡Sí!, una nueva constitución morazánica, con la huella firme del testimonio de una Josefa
Lastiri y la rúbrica de honradez de José Trinidad Cabañas, un nuevo contrato social que
nos limpie de las trampas y los contratos con el que nos ha dejado atados la narco
dictadura.
— ¡Sí! Por el momento, escuchemos la voz clara de Xiomara, que nos dice, como el Poeta:
«Vamos patria a caminar, yo te acompaño, para que los pasos no me lloren,
para que las palabras no me sangren (…) Para tu rostro fronterizo del alma
que me ha nacido entre las manos (…) Para decir que me has crecido clara en
los huesos más amargos de la voz (…) Para que nadie diga: ¡tierra mía! con
toda la decisión de la nostalgia (…) Por lo que no debe morir, tu pueblo (…)
Me lanzo a caminar sobre mi voz para decirte tú, interrogación de frutas y
mariposas silvestres, …»
— ¡Qué bello poema!
— Es del poeta Otto René Castillo, un mártir hijo de Morazán.
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