… ¡Palmerolo, movilizate! No te has dado cuenta que la verdadera democracia, el poder del Soberna toca a tu puerta. Y Palmerolo sale a la plaza pública e inspira al poeta que escriba y lea un poema a la presidenta, la esperanza, el sol familiar, la mujer caminante junto al pueblo, que se ha ganado la confianza de los votos porque ha sudado, ha sido gaseada, ha llorado y sufrido la intemperie de la represión de un ejército golpista y traidor.
¿Te vas a dejar arrebatar la patria morazánica por una pandilla de asaltantes y sus aliados que quieren volver eterna narco dictadura? ¡No, dice Palmerolo! ¡No! Porque ve que en Zambrano quienes se han reunido son los traidores junto con los extraditables de la ZEDES que andan en componendas de supuesta separación de poderes mentirosos; que todos sabemos la manera perversa en que han sido manejados y los han convertido en simple poderes fácticos. Esos diputados son los primeros irrespetuosos de una constitución ya fallida por sus mismas estupideces de las cuales el pueblo ya está cansado.
Está cansado de las escenas como la sucedida la mañana del 21 de enero, en que asaltaron la sesión de nombramiento de la directiva provisional de la asamblea de representantes del pueblo.
¡Está bien Zambrano a la sombra de la remembranza de la dictadura de Carías! Porque la Asamblea Legislativa le corresponde al pueblo. Es sus cotos de diversión que hagan lo que quieran, porque la Asamblea Legislativa ha sido tomada por el Soberano.
Palmerolo ve al pueblo y se recuerda de Francisco Morazán, que en sus quince años de lucha vivió situaciones amargas, porque él se opuso a ser otro gobierno más sujeto a los conservadores que explotaban al pueblo de Centro América desde la Capitanía General de Guatemala.
Morazán trajo una nueva constitución y promulgó grandes reformas. Morazán sigue siendo el gran líder visionario, la ruta esencial de la patria, y no un simple militar como se le ha hecho ver al pueblo. Sus reformas incluyeron: la educación, libertad de prensa y de religión entre otras. Y no pago de diezmos a un clero corruptor.
Morazán se ganó enemigos poderosos precisamente porque no se limitó a ser un simple gobernante más, sino que tocó lo esencial de la patria para el bienestar de la gran ciudadanía de las provincias unidas de Centro América.
Su período de gobierno estuvo marcado por amargas luchas internas entre liberales. A él lo acompañó el pueblo. Siempre es así. Es el pueblo el que va sudando y arriesgándolo todo esperando la ansiada libertad y no las sobras de la mesa de los poderosos.
Fue su capacidad política y militar que lo mantuvo firme en el poder hasta 1837, cuando la República Federal se fracturó irrevocablemente y la Iglesia y los líderes conservadores aplastaron represivamente a los criollos liberales y les arrebataran sus reformas, terminando por dividir a Centro América en cinco estados.
¡Divide y vencerás!
Y desde cuando eso la crisis, entre los conservadores y el pueblo ha sido permanente marcado por la injusticia, gobiernos espurios y dictaduras corruptas que han empobrecido las naciones.
Ahora en Honduras ha surgido una Mujer, una Josefa Lastiri, la primera gran morazanista en el poder. Poder popular, porque el pueblo le ha dado un mandato: La refundación de la patria morazánica, para el bien y la dicha de una nación, en que las nuevas generaciones no sufran más la humillación de tener que emigrar para poder traer pan a sus familias… ¡Y bueno, hacer más ricos a los banqueros que intermedian las remesas de sudor y de lágrimas!
Xiomara no es una simple nueva administradora de los poderes omnímodos de los corruptos que tienen asaltado el erario y los recursos de la república. Y entre ellos los tres poderes, ya que a fuerza de dinero, componentes y maneras amañadas llegan a los curules a despotricar a su antojo
Hoy, con el pueblo movilizado se ha sentado la pauta. Los asaltantes que eligen sin elegir, que se imponen ¡No pasarán! Demasiado sangre derramada ¡Ya no más! Ahora ya no van a asustar a nadie con un ejército que, como Herodes, mata inocentes indefensos y desarmados, pero que no puede matar la esencia espiritual y permanente de la verdad y del amor popular.
Morazán es el alma del pueblo. Don Ramón Rosa lo describe, así: «tuvo la desgracia de nacer […] en esa época triste de aislamiento y la oscuridad total en que Honduras carecía de escuelas. […] Morazán pues, tuvo que aprender sus primeras letras, lectura, escritura, las reglas elementales de la Aritmética en escuelas privadas de pésima organización y sostenidas con una especie de contribución que aprestaban los padres de familia»
Una nueva estrella brilla en el oriente, piensa Palmerolo, una Navidad ha llegado. Recuerda Palmerolo que la primera página pendiente de la nueva constitución de Honduras, es el testamento que Francisco Morazán dicta a su hijo, camino al patíbulo, donde recibirá la muerte, con la que él no renuncia jamás a la liberación de su pueblo:
“Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo. Excito a la juventud, que es llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra”
Dos siglos después su llamado es vigente y el pueblo lo ha escuchado de voz de su presidenta Iris Xiomara Castro Sarmiento, que clama por una Honduras basada en la verdad y la justicia, con paz social, sin componendas bajo la mesa. Eso le ha dicho a Luis Redondo. No le ha dicho yo voy a mandarte qué hace, le ha dicho, rectitud y decencia en favor del pueblo.
Palmerolo está atento, atiende, va con el pueblo que, como Morazán, vigila, cuida la Asamblea Legislativa. Se sacrifica en honor a los Mártires de esta gesta por terminar con la dictadura de doce años después del oprobioso Golpe de Estado.
Palmero espera que la Embajada de los golpes, el ejército y la CIA no quieran nuevamente montar una carnicería que al final, sólo le sumará más migrantes tocándole a las puertas no
importa cuánto de difícil sea llegar al Norte, todos los días, la gente partirá hacia allá porque aquí es asaltada la patria por bandidos cuya única autenticidad es el dinero producto de sus asaltos. Porque la patria es ofendida por una laya de conservadores que sólo defienden la moral del asalto, de la mentira y de la muerte.
Palmerolo saluda a los dos comunicados de la única Embajada que hace advertencias, cuando sabe que lo único que debe de hacer es detener a las mafias y los generalotes que violentan a los más humildes y no dejan nacer la democracia en Honduras.
Palmerolo
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