Palmerolo y los achichincles

— ¡Palmerolo, comete tu zacate y ya estate quieto! No hagás mucho polvo, ya están llegando los invitados internacionales. Ayer llegó la comadre Cristina Fernández Kirchner, quizá hoy viene Evo y otros. Kamala Harris, digo yo que va a venir y se va a hacer su par de fotos con Mel, y después en HCH dirán que son amantes ¡El morbo vende, Palmerolo! Por eso vos, mejor estate calladito.
— ¡Poeta! ¿Y usted por qué no se come su zacate a gusto y me deja vociferar a mí? Y no mencione a Mel de esa manera, que al pobre hasta los bigotes se le están aflojando. Ahora el poder es de Xiomara. Todos vienen por la foto con Xiomara.
— ¡Vaya! Ya me gané tu mal humor. Deberías de estar alegre Palmerolo, no ves que ya están volviendo a casa algunos arrepentidos. También por ellos, para que no se sientan mal, no levantés tantas voces que los puedan acomplejar. Y que por tus rebuznos no regresen tranquilos.
— Jjijijijiji ¡Eso si me hizo reír! ¿Vio poeta la diputada de Yoro? ¡Jajajaja! Creo que será el mejor ejemplo de arrepentimiento para ilustrar las cartillas escolares. Primero se arrepiente y después se arrepiente de haberse arrepentido y se va para Zambrano. Luego, cuando ve que el pueblo no bromea, se vuelve a arrepentir. Ahora hay que esperar, si no se desaaaaarrepiente.
— Es cierto, Palmerolo ¡Qué mal ejemplo de civismo! Igualito al que demostraron los asaltantes del 21 de enero, que, sin el debido procedimiento de las normas parlamentarias, asaltaron la directiva provisional ¡Es una vergüenza!
— Pero hay cosas que me alegran, poeta. No todo es fracaso. En eso concuerdo con usted, aunque no por eso le digo, es más avanzada la moral de los burros, que la de los humanos.
— ¡Vaya, vaya!
— Los más honestos, los que reconocen sus errores humanos, están volviendo a casa. Se han dado cuenta, que su anarquía los llevó a un error. Lo que más me gusta, es que los reciben con aplausos y abrazos ¡Hay esperanzas, poeta! Eso lo celebro igual que lo hace usted.
— Sí, hay hidalguía y fraternidad. Esa es necesaria. Ayer fue un día grandioso. La toma de posesión en las alcaldías. La gente celebrando. Algunos diputados llegaron a saludar, y la gente con civismo y cariño los recibió.
— Eso es fruto de cuando un pueblo supera a sus líderes y le dice ¡Miren, aprendan, sean de palabra, como Xiomara!
— Ese pueblo le ha dado y le dará más fortalezas a Xiomara, creo yo, Palmerolo ¡Ay de aquellos cipayos que pretendan volver a mancillar la patria de Morazán!
— Es que Xiomara es pueblo. Lo que es se lo ha ganado a pulso. Ella y Mel no son líderes mediáticos, son caminantes que han estado cautivos en una embajada, han sido gaseados y burlados. Los han difamado, vilipendiado, y ellos no han perdido la cordura, mucho menos la dulzura de pueblo libre. En la embajada de Brasil experimentaron aparatos de microondas para dañarlos física y sicológicamente, y no por eso, ellos han salido a reñir en público con la institución delincuente que cometió tal felonía. Por eso Xiomara, es de una sola pieza. Una
mujer de palabra. Eso es lo que más seguridad le da a este pueblo. Tiene una dirigente en quién confiar. Dice y defiende la verdad.
— Los diputados facciosos junto con los diputados vandálicos están dando pautas de que la ruta de la patria debe enderezarse. Qué estas anomalías son indicios de la mala situación de las instituciones que supuestamente son democráticas.
— ¡Contame, Palmerolo! ¿Qué indicios ves vos?
— Hay que cambiar las reglas de la participación a los cargos de elección popular.
— ¿A qué te refieres?
— Nadie debe de ser diputado, ni alcalde por más de dos períodos. Eso evitará que las momias conviertan en sarcófago la res pública.
— ¡Estoy de acuerdo!
— Igual, que quien sea electo en cualquiera de los poderes del Estado, en cargo de presidente de ese poder, firme un convenio de renuncia, en la queda inhabilitado para presentar candidatura, o que sea electo como presidente en otro poder del Estado, en delante de su condición de ciudadano. Si bien pueda ser magistrado, diputado o alcalde, pero jamás presidente de la Corte Suprema de Justicia, de la presidencia del ejecutivo o de la directiva del Congreso Nacional.
— ¿Por qué?
— Mire, siempre, desde un poder asaltan otro. Jorge Calix, tiene tentación del Congreso como plataforma para ser el próximo presidente de Honduras, como el narcodictador. Es la misma ruta. Es un cipayo de la componenda bajo la mesa.
— ¡Pero recordá que son mañosos! Aunque firmen una renuncia, después ponen abogados y hacen cuadrículas burlando la palabra empeñada. Ellos no son como Xiomara. Después apelarían de que le están siendo violados sus derechos a ser electos. Si lo hizo Oscar Arias en Costa Rica. Zampó una sala cuartazo y dio golpe de Estado Técnico burlando la constitución de un pueblo tan respetable como el tico.
— No se les viola derechos. Ya tuvieron la oportunidad y por eso firman un convenio de renuncia. Además, al estar sólo ellos disfrutando del poder, y al pretender cumplir sus ambiciones personales, ellos si les coartan los derechos a otros ciudadanos.
— En Libre ya hay diputados y alcaldes que están juntando lana de estar en el cargo. Eso debe de ser corregido. Porque eso no produce ciudadanía, participación, ni se gesta el relevo generacional, mucho menos que se remoce el Estado, sus instituciones. La participación popular que es la esencia de la democracia.
— ¡Sangre nueva, poeta! ¡Sangre nueva! Pero no de chupa sangre que como sanguijuelas se pegan a la sangre descompuesta de los dinosaurios de las instituciones políticas.
— Dirán que sos un burro idealista, Palmerolo. Y que los sueños de burro, burradas son.
— Sí ¡Pero! ¿qué de malo hay en ello? Es peor ser un faccioso burlando a un pueblo, asaltando el poder de la manera como lo han hecho los achichincles del narco dictador y cabro negro.

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